HISTORIA DE LA MICROBIOLOGÍA / CICLO V (BIOLOGÍA 10°)


LOS PRINCIPIOS DE LA MICROBIOLOGÍA
EL MUNDO de los microbios o microorganismos es quizá tan vasto como  el Universo y, para dar un pequeño ejemplo, un puñado de tierra contiene tantos microorganismos como seres humanos el planeta entero. Esto representó un gran obstáculo para su estudio, ya que existía la dificultad de tener que separar un microorganismo de los demás. Y, de cualquier forma, si se lograra separar dicho microorganismo, ¿cómo se mantendría aislado de sus similares? La labor y el esfuerzo combinados de muchos hombres y mujeres de ciencia, a lo largo de unos 200 años de historia, dio como resultado el surgimiento de la microbiología, la ciencia que estudia estos pequeños seres de la naturaleza. Los métodos mediante los cuales ha sido posible separar a los microorganismos de sus alrededores, pueden ser descritos en orden de aparición, ya que los problemas que surgen durante el desarrollo de una ciencia experimental sólo pueden ser comprendidos a la luz del conocimiento que prevalecía en su tiempo.

LAS PRIMERAS IDEAS
La teoría de la generación espontanea. La creencia de que existían seres tan pequeños que eran invisibles se remonta a tiempos tan lejanos como antes de la Era Cristiana. Doscientos años antes de ella, Varro ya proponía la posibilidad del contagio de ciertas enfermedades debido a criaturas invisibles suspendidas en el aire, y esta idea ya era compartida por los antiguos médicos latinos y árabes.                                                                   





                                  Figura 1. Foto de una bacteria, la Escherichia coli

Lucrecio fue conocido por su punto de vista peculiar sobre la materia, ya que pensaba que las cosas surgían de una especie de átomo o semilla. En su obra De Rerum Natura (75 a. C.) sugiere que las plagas eran causadas por una especie de átomo. Y en el libro VI dice: "Así como hay semillas benéficas para nuestra vida, seguramente existen otras que causan enfermedad y muerte," Este punto de vista puede ser considerado como un claro ejemplo de que se intuía ya que la naturaleza de la infección era microbiana. Sin embargo, estas semillas no se consideraban como organismos vivientes.

Por otra parte, prevalecía la idea de que las cosas emergían de semillas y que sólo la combinación de varias de ellas podría dar origen a un organismo completo. Así pues, existía la duda sobre el origen de la primera semilla. De alguna forma esta primera semilla se había generado espontáneamente, es decir que podían aparecer organismos vivientes a partir de materia no viviente. A esta corriente de pensamiento se le conoció como la teoría de la generación espontánea y persistió por más de 1 500 años.

El contagio de las enfermedades. La epidemiología es la rama de la medicina que estudia la propagación de las enfermedades y se inició mucho antes de que se aplicara el término "enfermedad contagiosa" por los aún desconocidos agentes causantes de las infecciones.

En la Antigüedad, los hebreos consideraban a las enfermedades infecciosas como un castigo proveniente del Señor. Sin embargo, los escritos bíblicos ya indicaban que las personas con lepra debían ser aisladas y los artículos y materiales que se utilizaban durante su enfermedad, enterrados o quemados.

Más tarde, Lucrecio y Boccaccio reconocieron la naturaleza contagiosa de estos brotes epidémicos y, por fin, en 1546, Fracastorius de Verona presentó su obra titulada De Contagione. Este libro fundó la ciencia de la epidemiología propiamente dicha. Después de estudiar cuidadosamente la epidemiología de varias enfermedades, incluyendo la plaga y la sífilis, Fracastorius concluyó que la transmisión se producía de persona a persona, directamente o bien por medio de objetos de uso común. Más tarde otros, y él mismo, mezclaban las teorías racionales con otras ideas basadas en la superstición. Por ejemplo, pensaban que las plagas o epidemias eran gobernadas por fuerzas sobrenaturales. Como resultado de esta confusión, casi un siglo después médicos prominentes como William Harvey no tomaban en serio las ideas de Fracastorius y se adhirieron a las ideas de Hipócrates y Galeno que consideraban que las epidemias o vapores venenosos eran generados por conjunciones planetarias o por alteraciones en la propia Tierra. El panorama era aún más complicado si se toma en cuenta que las enfermedades pueden ser transmitidas de distintas maneras, como puede ser por el agua, la comida o los insectos y que en muchas ocasiones estas formas de transmisión no son tan obvias.

Las ideas de Lucrecio sobre la naturaleza de la materia fueron resucitadas por Giordano Bruno,al final del siglo XVI, e influenciaron profundamente a Robert Boyle. Sin embargo, el simple razonamiento sobre la existencia de los microbios no constituyó la prueba de su verdadera existencia. Ésta sólo pudo ser demostrada gracias al descubrimiento de una lente de aumento.

LAS PRIMERAS OBSERVACIONES
El microscopio abrió las puertas de otro universo. El holandés Antonie van Leeuwenhoek (1632-1723) fabricó la primera lente lo suficientemente poderosa como para observar a los organismos unicelulares. Utilizó una lente convexa y colocó al objeto dentro de la distancia focal (Figura 2). Este arreglo produce una imagen virtual o aparente muy amplificada; con este rudimentario pero ingenioso microscopio logró observar muchos "pequeños animalillos". Éstos incluían protozoarios, tanto de vida libre como parásitos de las vísceras de algunos animales; también logró observar hongos filamentosos y corpúsculos globulares que ahora conocemos como levaduras. Hizo importantes observaciones sobre la estructura de las plantas y descubrió los espermatozoides de algunos animales. Fue hasta 1676 que pudo observar organismos aún más pequeños, como las bacterias.


Figura 2. Diagrama del microscopio utilizado por Leewenhoeck. El objeto "O" se coloca dentro de la distancia focal "F" y esto da por resultado
una imagen virtual "T" muy amplificada.




Por otra parte, el microscopio compuesto, capaz de ampliar la imagen con mayor eficiencia y más conveniente para su uso, fue inventado en 1590 por Zacharías Jensen y usado en 1630 por F. Stellerti para estudiar la miel de abeja y los escarabajos. Sin embargo, todos los modelos producidos hasta antes de 1800 no poseían la resolución y la calidad de los microscopios de un solo lente.

Las observaciones de Leeuwenhoek llamaron mucho la atención, pero eso fue todo. Nadie en esta época trató de repetir o extender sus observaciones, ya que la alta calidad de sus lentes y su gran agudeza visual fueron factores determinantes para desalentar a cualquier competidor. A esto se debió el gran retraso que sufrió el desarrollo de microscopios más potentes.

LA CONTROVERSIA DE LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA
¿La vida proviene de la vida o existe la fuerza vital? La comprensión verdadera de la importancia de los microorganismos en el mundo comenzó como resultado de la controversia sobre la generación de materia viviente a partir de la materia muerta.

En un principio existían dos escuelas bien definidas de pensamiento: aquélla que tomando a Lucrecio al pie de la letra apoyaba la idea de que se podrían generar animales a partir de materia muerta gracias a la existencia de una "fuerza vital" (generación espontánea) y la que decía que la vida sólo se genera a partir de vida (en latín omne vivum ex vivo).

Los antiguos que creían en la generación espontánea daban recetas para preparar "ratones" a partir de comida en putrefacción. Opuestas a este punto de vista eran las ideas de Redi, quien en 1668 mostró que la aparente generación espontánea de larvas en la carne provenía de la visita de las moscas que ponían huevecillos sobre ella. Sin embargo, Needham, otro investigador, hirvió extracto de carne en un frasco, lo tapó y encontró que después de algunos días aparecían criaturas que se movían. Esto, aunado a la idea de que los organismos vivientes morían al ser hervidos, llevó a pensar que dichos organismos eran realmente producto de la generación espontánea.

Más tarde, Spallanzani llevó a cabo experimentos más cuidadosos con los que demostró que los organismos grandes eran destruidos al ser hervidos durante 30 segundos, pero los microorganismos sobrevivían y se desarrollaban aunque los frascos estuvieran herméticamente cerrados. Después de muchos ensayos, encontró que si hervían los frascos parcialmente cerrados durante 45 minutos, el contenido se mantenía sin contaminarse casi indefinidamente, y sólo si se permitía la entrada de aire, el contenido entraba en putrefacción rápidamente. Estos resultados llevaron a pensar que, al hervir el contenido, el aire del frasco se hacía inadecuado para la existencia de vida en su interior y esto era interpretado como la ausencia de la "fuerza vital".

Un cocinero francés, llamado Francois Appert, a principios del siglo XIX desarrolló el arte de preservar comida en frascos sellados: lo lograba hirviendo el contenido dentro del frasco y cerrándolo sin permitir la entrada de aire fresco. Observó que así el contenido se mantenía libre de microorganismos por tiempo indefinido. Este hallazgo lo llevó no solamente a fundar una importante industria, la de las conservas, sino a ser inmensamente rico.

La objeción a los experimentos de Spallanzani de que al hervir el contenido de los frascos se terminaba con la "fuerza vital" fue descartada por un experimento de Schultze en 1836. Éste consistió en que el recipiente que contenía extracto de carne fue conectado a otros dos recipientes, uno de los cuales contenía ácido sulfúrico y el otro potasa; a través de éstos se hizo pasar lentamente aire fresco todos los días durante tres meses y el extracto de carne no se contaminó. La clave del éxito de este experimento se debió a que las conexiones con ambos recipientes se hicieron inmediatamente después de hervir el extracto de carne, lo cual evitó la contaminación del extracto.

Theodor Schwann, en 1837, llevó a cabo un experimento similar, pero la diferencia consistió en que el aire fresco se hacía pasar por un recipiente que contenía un metal fundido en ebullición y de esta forma cualquier materia orgánica se mantenía estéril en el interior. Sin embargo, cuando se dejaba pasar aire fresco sin entrar en contacto con el metal fundido, el contenido se contaminaba invariablemente, con bacterias para el caso del extracto de carne y con levaduras para una solución con azúcar. La interpretación que dio Schwann a sus resultados fue la siguiente: "Los microorganismos que deben estar presentes en el aire son destruidos al hacer pasar el aire por un líquido incandescente. Por lo tanto, la putrefacción sin duda se debe al hecho de que estos gérmenes, al nutrirse y desarrollarse a costa de esta sustancia, la descomponen y sobreviene la putrefacción."

Más tarde, la técnica de estos experimentos fue simplificada y en 1853 Schroeder y Von Dush descubrieron que, después de hervir el recipiente, bastaba con cerrar el extremo abierto con un tapón de algodón. De esta manera, el aire que entraba a través del algodón se filtraba al pasar por los múltiples y tortuosos caminos dentro del mismo. Estos experimentos abrieron el camino sobre el cual se basaron los métodos para cultivar bacterias. Dos postulados importantes se derivan de estos resultados: el primero consiste en hacer un medio de cultivo adecuado que esté libre de microorganismos y esto se logra hirviéndolo; el segundo consiste en mantener el medio estéril por largo tiempo y esto se logra evitando la entrada de los microorganismos que están suspendidos en el aire.

A pesar de estos avances, los resultados de Spallanzani, Schultze y Schwann no fueron aceptados por la mayoría del público científico de la época. Hoy en día sabemos que muchos microorganismos resisten temperaturas hasta de l00°C durante varias horas. Esto ayudó a los que pensaban que la generación espontánea era un hecho, ya que un solo experimento fallido era utilizado como evidencia para la existencia de esta teoría. Koch, más tarde, llevó a cabo estudios sobre el bacilo del ántrax y encontró que las esporas de algunas bacterias eran altamente resistentes al calor y que sólo se destruían a l20°C o más, y eso al cabo de 20 minutos.

Pasteur fue quien desechó la teoría de la generación espontánea. Fue el genio de Louis Pasteur (1822-1895) quien finalmente persuadió al pensamiento científico sobre lo verdadero de la generalización tan claramente formulada por Schwann en 1837. Pasteur se valió de una combinación de habilidad científica, persuasión y un sentido muy particular del drama. Su experimento consistió básicamente en hervir infusiones en un aparato tal que, cuando el contenido se enfriaba, el aire que entraba era calentado y luego vuelto a enfriar al pasar por una camisa enfriada con agua. Bajo estas condiciones la infusión se conservaba libre de contaminación. La figura 3 ilustra el aparato tal como fue diseñado por Pasteur. Sin embargo, el experimento más sorprendente fue aquel en el que Pasteur mostró cómo un medio nutritivo permanecía estéril aun cuando estuviera comunicado con el exterior. Para esto diseñó unos frascos especiales (Figura 4) en los que, como se puede ver, se permite la entrada de aire, pero no se contaminan porque en el primer doblez del cuello se retienen los posibles microbios contaminantes. Estos frascos se encuentran hoy en día tal y como los dejó este notable hombre de ciencia.




Figura 3. Experimento diseñado por Pasteur para demostrar que si el aire que entra al recipiente cuyo contenido hirvió es previamente calentado, el contenido no se contamina. El aire caliente se enfría con un trapo mojado antes de que éste llegue al caldo nutritivo.


Pasteur confirmó también los experimentos de Schroeder y Von Dusch, quienes hirvieron una infusión de carne y cerraron los frascos con tapones de algodón. Este experimento lo amplió Pasteur utilizando tapones de nitrato de celulosa en lugar de algodón, para después disolver el tapón en alcohol, de tal forma que los gérmenes atrapados en el tapón fueran liberados; después examinó el contenido del tapón bajo el microscopio y observó partículas globulares que semejaban esporas de hongos y bacterias.

A pesar del éxito de los experimentos de Pasteur no siempre se lograba reproducirlos, y esto se debía principalmente a la resistencia de ciertas esporas o microbios a las altas temperaturas. Sin embargo, tal dificultad no pudo opacar el concepto general que Pasteur logró aclarar.



Figura 4. Botellas de cuello de ganso que Pasteur dejó como prueba de que la putrefacción proviene del crecimiento de microorganismos y no de la generación espontánea.


El físico Tindall estaba interesado en los fenómenos de la dispersión de la luz en el agua y en el aire (fenómeno que ahora se conoce como efecto Tindall) y sus observaciones se apoyaron en los experimentos de Pasteur. Tindall encontró que un rayo de luz puede observarse mejor cuando el humo de un cigarrillo pasa a través de él. Lo mismo ocurre en un cámara en cuyo interior hay aire normal. Al pasar un rayo de luz se observarán pequeñas partículas que flotan y que, él pensó, podían ser atribuidas a la presencia de los microorganismos responsables del fenómeno de putrefacción. Tindall mostró que el aire normal contenido en una cámara hermética presenta una serie de partículas diminutas que se hacen aparentes al incidir un rayo de luz en la cámara. Sin embargo, después de algunas semanas las partículas se depositan en el fondo y el rayo de luz ya no es dispersado. A esto Tindall lo llamó cámara ópticamente vacía.

En 1869 este físico inglés demostró que al llenarse una cámara con aire que se forzaba a pasar a través de un algodón, se lograba obtener aire ópticamente vacío. La relación de sus experimentos con los de Schwann y Pasteur fue obvia para él: las pequeñas partículas no eran otra cosa que microorganismos. Demostró que el aire ópticamente vacío no iniciaba el proceso de putrefacción. En 1876 diseñó una cámara (Figura 5) que permitía observar tanto la presencia de partículas contenidas en el aire como la putrefacción de cualquier sustancia depositada en el interior de la cámara. Esta cámara tenía además una entrada para depositar la muestra (B) y una ventilación que servía también para equilibrar las presiones (A) y consistía en un tubo con varios dobleces. Para determinar la presencia de partículas en el aire, el rayo de luz (E) se hacía pasar como se muestra en la figura.

El 10 de septiembre de 1875 se cerró la caja de Tindall y, al pasar el rayo de luz, éste se hizo aparente por la presencia de las partículas suspendidas en el aire. Para el 13 de septiembre, el aire en su interior estaba ópticamente vacío. El experimento se llevó a cabo utilizando un caldo de cultivo que fue depositado en los tubos de ensayo del interior. El caldo hirvió durante 5 minutos al ser sumergidos los tubos en un baño hirviente de salmuera. Por otra parte, otros tubos que también fueron hervidos se dejaron fuera de dicha caja. Para el cuarto día, los tubos que quedaron fuera de la caja estaban ya turbios mientras que los que estaban en su interior se mantuvieron trasparentes durante 4 meses. Al abrir la caja el contenido de los tubos se volvió turbio en 4 días. Estos experimentos se repitieron en varias ocasiones con otro tipo de infusiones siempre con el mismo resultado y éxito. La inferencia era clara, el aire ordinario contiene normalmente cantidades variables de microbios y son a éstos precisamente a los que se debe la mal llamada "generación espontánea".                                                           

Figura 5. Cámara de Tindall.










La fermentación debe estar asociada a un microbio. A pesar de que Pasteur logró demostrar que la contaminación de un caldo de cultivo se debe a la presencia de microorganismos, seguía siendo importante saber cómo ocurrían los procesos de putrefacción de la materia. Así fue como otra serie casi innumerable de sucesos ocurrieron y permitieron descartar definitivamente las ideas sobre la generación espontánea. En estudios posteriores sobre la fermentación butírica y la producción de vinagre, Pasteur encontró que estos procesos se debían al desarrollo de microorganismos específicos como son el Vibrion butiricum y el Mycoderma aceti.

A pesar de esto, Liebig consideraba que la putrefacción y la fermentación eran producidas por "fermentos" (del latín fermentum, que viene de fervere hervir y se refiere a la evolución del gas) que, según él, consistían de materia orgánica en descomposición. Se consideraban fermentos, por ejemplo, las partículas de queso viejo que al mezclarse con un poco de leche hervida hacían que ésta se acidificara rápidamente y, según Liebig, tal reacción se debía a la existencia de fermentos. La existencia de levaduras, que para Pasteur explicaba la fermentación, para Liebig sólo significaba que estos microorganismos, al morir, se descomponían y, por lo tanto, actuaban también como fermento. Sin embargo, Pasteur finalmente demostró que las levaduras originan el proceso de fermentación mientras crecen. En resumen, Pasteur aclaró los conceptos sobre la fermentación y definió que ésta es el producto de una reacción que lleva a cabo un microorganismo y que cada microorganismo tiene su propio tipo característico de fermentación. Las levaduras producen alcohol, las bacterias lácticas ácido láctico, el vibrión butírico ácido butírico, etcétera.

Otro investigador de la época, Gay-Lussac, proponía que la fermentación era el resultado de una serie de reacciones químicas. Sin embargo, sus resultados eran poco refinados como para que se sostuvieran ante las evidencias de Pasteur. Edward Buchner, más adelante, logró demostrar en forma accidental que la fermentación ocurría en un extracto de levaduras, y comenzó a pensar en la fermentación como una cadena de reacciones químicas que podían ocurrir aun en ausencia del microorganismo.

A continuación esta la historia en orden cronológico con su respectivo vinculo en donde se amplía la información de las investigaciones:

1677: Observó "animalitos" (Antony Leeuwenhoek)
1796: Primeros científicos observaron en primer lugar el virus de la viruela(Edward Jenner)
1850: Abogó por el lavado de manos para detener la propagación de la enfermedad (Ignaz Semmelweis)
1861: Refuto generación espontánea (Louis Pasteur)
1862: Alemania apoya la teoría de la enfermedad (Louis Pasteur)
1867: Ejerció la cirugía antiséptica (Joseph Lister)
1876: Primera prueba de la teoría germinal de la enfermedad con anthracis descubrimiento (Robert Koch)
1881: Crecimiento de bacterias en medios sólidos (Robert Koch)
1882: Koch postulados (Robert Koch)
1884: Primera vacunación contra rabia (Louis Pasteur)
1887: Inventó Petri (RJ Petri)
1892: Descubierto virus (Dmitri Iosifovich Ivanovski)
1899: Reconoció la dependencia de las células virales para la reproducción(Martinus Beijerinck)
1900: Demostrado mosquitos llevó el agente de la fiebre amarilla (Walter Reed)
1910: Descubierta la cura para la sífilis (Paul Ehrlich)
1928: Descubrió la penicilina (Alexander Fleming)
1977: Desarrollo un método de secuencia de ADN (W. Gilbert y F. Sanger)
1983: Reacción en Cadena de la Polimerasa inventado (Kary Mullis)
 

ACTIVIDAD

1.       Realice una síntesis de la lectura
2.       Determine cuáles fueron los avances más relevantes en el origen de la microbiología y a qué científicos son atribuidos
3.       Realice una línea de tiempo de la historia de la microbiología.







MECANISMOS DE RELACIÓN EN VEGETALES. / CICLO IV A (BIOLOGÍA 9°)


ACTIVIDADES
1. Explique qué es un Tropismo
2. Qué es una Nastia
3. Realice un mapa conceptual de los mecanismos de reacción a estímulos (Nastias y Tropismos y Hormonas Vegetales)
4. Explique cuáles son y en qué consisten los mecanismos de relación de los vegetales con el medio.
5. Copie el cuadro resumen de los mecanismos de relación de los vegetales.




FUNCIÓN DE RELACIÓN DE LAS PLANTAS

Las plantas tienen mecanismos que les permiten relacionarse con los cambios que ocurren en su entorno y mantenerse estables internamente.
Las plantas son seres vivos que reciben estímulos del medio en que se desarrollan y son capaces de reaccionar ante esos estímulos.
La luz, el agua, la temperatura, el viento y la gravedad  son factores externos que inciden en la función de relación de las plantas, mientras que las hormonas son un factor interno.
Las plantas responden a los estímulos que reciben del medio con movimientos que pueden ser pasajeros o permanentes. Los movimientos momentáneos se llaman Nastia y los movimientos o respuestas permanentes Tropismos.

NASTIA 
Es una respuesta pasajera de determinados órganos de un vegetal frente a un estímulo de carácter externo y difuso.

Tipos de Nastia:
Fotonastia: Respuesta a la luz, como la apertura de ciertas flores al amanecer o al anochecer.
Geonastia: Producida por la gravedad y debida a la Dorsiventralidad fisiológica del órgano vegetal.
Haptonastia o Tigmonastia: Respuesta por contacto, como los zarcillos de numerosas plantas.
Hidronastia: Respuesta a la humedad del ambiente, como en la apertura de los esporangios en los helechos.
Quimionastia: Respuesta a agentes químicos, como variaciones en el pH, actividad de agua, etc.
Nictinastia: Cuando el estímulo es la sucesión día-noche y la respuesta es la posición de las hojas.
Sismonastia: Producida cuando el estímulo es un golpe o la sacudida del vegetal, como el movimiento de las plantas carnívoras o algunas mimosas.
Termonastia: Respuesta a las variaciones de temperatura, como el cierre de la flor del tulipán.
Traumatonastia: Respuesta producida por una herida o como consecuencia de ésta.


Ejemplos de Nastia
* El conocido Moriviví (mimosa púdica) que, al ser tocado, se cierran sus hojas.
* El girasol, cuyas flores responden al estímulo de la luz siguiendo la dirección del sol.
* Las plantas carnívoras que cierran sus hojas sobre sus presas al menor contacto


TROPISMOS
Son movimientos permanentes de la planta o de algún órgano como respuesta a un estímulo externo que actúa en una sola dirección, de modo que la planta crece hacia el estímulo.
Si el órgano se mueve en la misma dirección que el estímulo es fototropismo, y si lo hace inclinado es plagiotropismo. Si el órgano de la planta se acerca al estímulo es tropismo positivo, y si se aleja es negativo.

Los principales estímulos que provocan tropismos son:
Fototropismo: Es la respuesta del vegetal al estímulo de la luz. Las plantas presentan fototropismo positivo en tallos y hojas y fototropismo negativo en la raíz.

Geotropismo o Gravitropismo: Respuesta producida cuando el estímulo es la fuerza de gravedad. Los tallos que crecen en dirección contraria a la fuerza de gravedad presentan geotropismo negativo,  en cambio la raíz tiene geotropismo positivo porque crece en dirección hacia el estímulo (gravedad).


Hidrotropismo: Es la respuesta producida cuando el estímulo es la humedad. Las raíces tienen hidrotropismo positivo.


Tigmotropismo: se produce en algunos vegetales, al entrar en contacto con un sólido, cambian su crecimiento.


Quimiotropismo: la vida de los vegetales depende de su capacidad para detectar y reaccionar ante ciertas sustancias químicas. Si éstas son necesarias, la planta crece hacia ellas, si son perjudiciales crece en sentido contrario para alejarse.


El crecimiento de las plantas o algunas de sus partes, es fruto del los tropismos o respuestas dadas por las plantas atendiendo a la dirección del estímulo"

LAS HORMONAS VEGETALES: 
Son compuestos orgánicos producidos por las plantas en muy bajas cantidades pero de manera continua. Son originadas por células especializadas localizadas en los extremos de las plantas.
Con la finalidad de estimular respuestas propias a las funciones de las plantas, las células se transportan de una a otras partes de estas.
Las hormonas que producen las plantas son diferentes, por lo que cada una de ellas puede producir una respuesta diferente. 
Las principales hormonas vegetales son: las auxinas, las giberelinas, las citocininas, el ácido abscísico y el etileno.


Las auxinas 
Su función es la regulación del crecimiento y desarrollo de las plantas. También son necesarias para la formación de los frutos, flores, semillas y raíces.
Son las responsables de los siguientes procesos:
1. Dominan el brote principal e inhibición de la ramificación lateral.
2. Estimulan el crecimiento apical de toda planta.
3. Diferenciación de los vasos conductores (xilema y florema)
4. Inhibición de la caída de las hojas y de los frutos
5. Estimulación de la formación de raíces adventíceas (Importante en la plantación de esquejes)
6. Tropismos.


Las giberelinas
Se conocen en la actualidad más de 125 hormonas diferentes de este grupo. Fueron descubiertas por los japoneses realizando un estudio del hongo (Gibberellum Fugikunoi) responsable de la enfermedad bakanae en los cultivos de arroz.
Participan en los procesos productivos de las plantas como germinación, floración y producción de frutos.

Estas hormonas están implicadas en:
1. Sustitución de las necesidades de frío o de día largo requeridas por muchas especies para la floración.
2. Inducción de la partenocarpia en algunas especies de frutales.
3. Eliminación de la dormición que presentan las yemas y semillas de numerosas especies vegetales.
4. Retraso en la maduración de ciertos frutos, especialmente los cítricos.
5. Inducción del alargamiento de los entrenados en los tallos.


Las citocininas
Se producen en la raíces de las plantas transportándose a través del xilema a todas sus   partes. Promueven el crecimiento y la división celular. Colaboran con las auxinas y giberelinas en la formación de los órganos e incluyen en el crecimiento y desarrollo de las plantas.
Retardan el proceso de envejecimiento de las plantas, ayudándolas a mantener sus niveles de proteínas y ácidos nucleícos.  Para mantenerse jóvenes las plantas deben recibir una dosis continua de citocininas en las raíces.


El ácido abscísico
Es la última hormona descubierta por fisiólogos en las plantas. Se caracteriza por inhibir muchos fenómenos de crecimiento en las plantas superiores, y por específicamente estar asociado a la dormidas de yemas y semillas, así como también por causar la caída de las hojas.


El etileno
Es la única hormona vegetal en forma de gas, se encuentra en cantidades muy pequeñas en las plantas. Se produce en los nodos del tallo, en las frutas maduras y en los tejidos que se marchitan, como las hojas.
Estimula la maduración de los frutos y promueve la caída de las hojas y frutos.

¿Cómo se relacionan las plantas con el medio?
Las plantas tienen mecanismos que les permiten relacionarse con los cambios que ocurren en su entorno y mantenerse estables internamente.

La transpiración 
Es el mecanismo mediante el cual las plantas pierden en forma de vapor parte del agua que absorben del suelo por las raíces. Esta función la realizan principalmente las hojas a través de los estomas. En la transpiración inciden la temperatura, el viento, la luz.  
Este mecanismo tiene un efecto de enfriamiento en la planta, evitando el sobrecalentamiento cuando está en presencia de la luz directa del sol, además proporciona a las plantas la incorporación de minerales esenciales.

La Gutación: Es el proceso mediante el cual la planta expulsa agua en forma líquida y ocurre cuando hay mucha humedad en el suelo y poca transpiración. Se da durante las noches porque las estomas están cerradas aunque el agua continúa moviéndose en las raíces.

Alimentación: Las plantas se alimentan a través de un mecanismo autótrofo el que realizan por medio de la fotosíntesis. Absorben sustancias minerales disueltas en agua por la raíz, moviéndose hacia las hojas por el tallo. Además es necesaria la incorporación del CO2 del aire por medio de las estomas y la incorporación de la luz solar por la parte verde del vegetal, gracias a la clorofila.
Luego de incorporados los elementos mencionados, interactúan con los que posee la planta, convirtiendo la energía que poseen en energía química (azúcares), capaz de ser utilizada como alimento por la planta.

Respiración: Se produce en el interior de las mitocondrias de todas las células vivas de la planta; en ellas las plantas intercambian dióxido de carbono y agua por oxígeno del medio en el cual se desarrollan.
Las plantas respiran para obtener energía. El proceso de respiración es continuo en todos los seres vivos, lo que asegura la vida de los organismos.

La reproducción: Unas platas se reproducen mediante esporas, otras con flores y otras lo hacen por multiplicación vegetativa o a partir de fragmentos de un progenitor. Las plantas que se reproducen por esporas, cuando maduran se abren los sacos. Al abrirse los sacos donde están las esporas, estas son liberadas al aire y al caer, si encuentran condiciones ambientales favorables, germinan.
En las plantas con flores la reproducción se inicia a partir de la polinización. En estos casos el viento y los insectos se encargan de llevar el polen de una a otra flor.
Una vez que las flores han madurado, la semilla o todo el fruto se dispersan y así las plantas que viven fijas pueden establecerse en otros lugares.
Para diseminación de las semillas o frutos, algunos poseen extensiones parecidas a alas o pelos que les permiten volar; en otros casos presentan ganchos con los que se adhieren  a los animales y así ser transportadas.
Otra manera de propagarse, es cuando son comidas por animales que expulsan las semillas en lugares donde pueden germinar y convertirse en nueva planta.

Mecanismos de defensa de las plantas         
Las plantas tienen mecanismos de defensa para sobrevivir a las adversidades. Las plantas superiores producen reacciones de protección o aislamiento en las zonas sensibles.

Un ejemplo de esto es la formación de cutina sobre la epidermis foliar y la suberina sobre tallos y raíces, conducen a la impermeabilización de la zona para controlar la entrada y salida de líquido a la planta.
La formación de taninos defiende las plantas de las bacterias, mientras que la formación de lignina proporciona a la planta una gran resistencia mecánica.

Otras formas de protección son las vainas y brácteas que protegen a las flores y yemas.
Plantas como el pino poseen células que expulsan resinas, que protegen a la planta contra el ataque de parásitos. Otras plantas presentan pelos y espinas como mecanismo de protección contra depredadores.     

   
Esquema sobre cómo las plantas se relacionan con el medio